
Los dos mandamientos principales: ¡que sea resistente y fácil de limpiar!
Lo primero que hay que elegir es el material. ¿Cerámica, piedra, resina o acero inoxidable?
El acero inoxidable, al ser un material no poroso, es muy resistente a la corrosión, aunque no tanto a los arañazos
La cerámica destaca por su solidez y porque es fácil de limpiar, mientras que el elegante granito y la resina permiten (casi) todas las fantasías de colores y materiales y también son resistentes.

Con uno o dos senos: ¡That is the question!
Hay un fregadero para cada espacio y estilo de vida. ¿Sueles fregar a mano?
Entonces, seguro que prefieres un fregadero con dos senos y escurridor. ¿Cocinas para un regimiento?
Seguramente te convenga un seno profundo, donde quepan bien las cazuelas y ollas... ¿Tu cocina es mini?
Entonces será mejor elegir un solo seno y añadirle un pequeño escurridor.

¡A la ducha!
¿Sabías que un grifo de cocina se utiliza más de 25 veces al día?
Por tanto, es un elemento fundamental así que, además de bonito, tiene que ser práctico. Puede ser monomando, con caño o con caño extraíble o de ducha, la estrella de las cocinas modernas.
El grifo de ducha es ideal para fregaderos de gran tamaño y es el mejor para limpiar recipientes con mucho fondo y también muy práctico para el día a día (para ayudar a los niños a lavarse las manos, limpiar frutas y verduras, etc.).
El grifo monomando es el mejor para fregaderos pequeños. Es muy fácil de usar y resiste a la perfección el paso del tiempo. Tú eliges.