
El zellige, un azulejo artesanal muy de moda
El zellige apareció en el siglo X en la región de Fez, en Marruecos.
Todavía hoy, sigue fabricándose de manera artesanal a partir de arcilla. Para dar forma y un grosor uniforme a los azulejos (2 cm), se utilizan unos moldes especiales. Una vez seca la arcilla, se someten a una primera cocción a alta temperatura. A continuación, se revisten con un barniz espeso.
Este esmaltado permite, tras la cocción, obtener un acabado cerámico más resistente y brillante. Pero, sobre todo, confiere al zellige sus colores únicos y sus tonos sutilmente diferentes. Cada pieza de azulejo cerámico posee, debido al proceso de fabricación artesanal, un matiz particular. En la actualidad, estas pequeñas piezas de azulejo de colores se utilizan en numerosos proyectos de renovación por su carácter, sus elegantes reflejos y su autenticidad.

El zellige a modo de revestimiento mural en la cocina
Utilizados como revestimiento mural en la cocina, estos azulejos de origen marroquí son una opción excelente. La pared posterior de la cocina se somete diariamente a duras pruebas: salpicaduras de agua y grasa, golpes y cambios de temperatura. Por su composición y el modo de fabricación, el zellige posee una resistencia especial. Por tanto, es un elemento de protección y decoración especialmente adaptado a la cocina. Además, por su acabado brillante permite reflejar la iluminación situada sobre la encimera (ENLACE al artículo), para poner en valor la estancia y el mobiliario.
El zellige como revestimiento de encimera en la cocina

Por sus propiedades técnicas, el zellige también se puede utilizar como revestimiento de la encimera. Esta opción, cada vez más habitual, atrae a los decoradores de interiores desde hace ya varios años.
l aspecto irregular del zellige pone un toque de originalidad y autenticidad, al tiempo que se crea un ambiente intemporal y con carácter. Sus colores bonitos y sutilmente diferentes ofrecen un mundo de posibilidades y combinaciones infinitas.
Por último, este azulejo impregnado de historia, cuando se utiliza como elemento central de la cocina, imprime ciertas notas de exotismo, algo que sin duda tendrá su reflejo en la elaboración de nuestras comidas.